Cerramos una semana un tanto anómala marcada por las fiestas de Carnaval, en donde además del mantenimiento de las altas cotizaciones en la mayoría de productos, hemos de reseñar una oferta y una asistencia de compradores algo mermada en relación a las semanas anteriores.
El calabacín es una de las pocas hortalizas que desciende de precio debido a una menor demanda (0,50 €/kg), ya que los comedores escolares están cerrados en esta semana. Se acumulan cantidades de un día para otro y su precio tiende a la baja, quizás la próxima semana al restablecerse la situación pueda ocurrir el efecto contrario.
Las calabazas, continúan con precios altos y muy rentables para los agricultores, hasta 1,50 €/kg, igual que las piñas de millo que superan el euro la unidad.
Las calabazas se mantienen en esa línea ya que la competencia con la importada es muy débil al atravesar un periodo marcadamente invernal.
Hay buena demanda en coles y bubangos ya que el tiempo frío favorece su consumo.
Los pimientos rojos siguen con elevados precios, (hasta 4,30 €/kg), tanto que no se recuerda unos valores similares. La poca entrada de producto peninsular, junto con las bajas temperaturas que venimos teniendo y la mayor cantidad de producto que se cosecha en verde son las causas de este fenómeno.
Aparecen mayores cantidades de ajos de Valle de Guerra a un precio de 8,50 €/kg, ligeramente superior al año pasado.
No hay mucha papa, el tiempo no favorece su recolección, sobre todo en la zona norte donde la tierra es más arcillosa.
Algunas zonas de La Padilla han terminado con la zanahoria y de momento las partidas se complementan con las de Icod de Los Vinos.
Vuelven aparecer pequeñas cantidades de mangos de Igueste, pero con algunos daños en la piel que causan una posterior podredumbre debido a las constantes lluvias de la zona.
De forma testimonial hay algo de canistel, pero sin mucha demanda, más bien se lleva a lugares de venta donde el turismo internacional lo demanda.
La papaya mantienen su precio algo elevado ya que la maduración se ralentiza por el frío y no llega a su punto óptimo, por lo que la recolección a veces se complica si se hace antes de tiempo dando lugar a posteriores problemas de conservación. Este cultivo en Canarias va incrementando su superficie paulatinamente, aunque su precio medio al año, de 1,50 y 1,60 €/Kg cubre apenas los costes de producción.
A pesar del invierno, aparecen cantidades de sandía negra de pequeño calibre procedentes de Arico.
En cuanto a tomates, éstos siguen mostrando cotizaciones muy altas, no obstante, una mayor entrada de tomate de ensalada foráneo en el mercado ha frenado esta tendencia y ahora se pueden conseguir a 2,00 €/kg en la Nave de Producto Local. Respecto al Cherry, apenas se deja ver. En fin, hablamos de un cultivo que pierde cada vez más protagonismo en nuestras islas, con unos altos costes de producción y una cada vez más limitada salida, lo que lo hace muchas veces inviable.
En resumen, continuamos con altos precios, salvo pocas excepciones como los calabacines, lechugas, coles y papas blancas.